¿Qué habilidades deberían buscar las organizaciones para ser más resilientes a la nueva normalidad?

07/05/2020

Cómo nos preparamos para “la nueva normalidad”, la emergencia sanitaria ha alterado nuestras vidas, el trabajo, las relaciones personales y profesionales,  nuestra relación con la ciudad, las cadenas de valor y mucho más; todos los aspectos del día a día.  En este entorno VUCA, caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, cuáles son las capacidades y habilidades que debemos desarrollar para ser generativas, propositivas y responder con agilidad y humanidad.

Desde Coboi lab hemos detectado algunas capacidades y habilidades clave que debemos cultivar en las  organizaciones para que desarrollen más resiliencia y capacidad de respuesta. En este post describimos cuatro para contestar a la pregunta: ¿Cómo nos preparamos y trabajamos en esta situación tan compleja e incierta?  

 

FORMAR NUEVAS RELACIONES

Empezar a generar una visión multiactor para colaborar entre organizaciones, departamentos, sectores, ciudadanía y administración pública.  ¿Cómo formamos redes o “circuitos” para conectar personas con el conocimiento disponible y distribuido?  

La situación que estamos experimentando con el C-19 es una demostración poderosa de nuestra condición de interdependencia. Esta es la lección más importante que está situación nos va a dejar. Para responder a la crisis sanitaria se han creado colaboraciones improbables. La iniciativa Frena La Curva es un ejemplo, pero hay muchos más que han surgido con sentido de urgencia en todo el mundo para responder a la crisis.  

Para diseñar respuestas y tomar decisiones más articuladas, mejor informadas es necesario crear ecosistemas (espacios físicos, digitales, redes, plataformas de colaboración, etc.) que permitan el intercambio de información entre las personas implicadas, compartir y colaborar, y ser más inclusivas integrando soluciones integrales que representen la diversidad de visiones e intereses que existen.

 

 

CULTIVAR COMPORTAMIENTOS COLABORATIVOS

Fomentar un nuevo estilo de liderazgo que pasa de ser individualista, jerárquico, dividido y competitivo a entenderlo como distribuido, colaborativo y empático. Un nuevo liderazgo que reconoce que el conocimiento está distribuido, que las preguntas y las respuestas se deben co-crear, y que la integración y la diversidad genera innovación.  Este comportamiento colaborativo se cultiva cuando se integran voces no escuchadas; opiniones, intereses y perspectivas que muchas veces son contrarias a las nuestras. 

Este tipo de colaboración es posible cuando se crean espacios de escucha activa en los que no es necesario encontrar “la solución correcta”, es decir, espacios de experimentación en los que se reconoce que hay múltiples posibles soluciones a un reto concreto.  Se trata de un liderazgo facilitador de conversaciones que no da prioridad a “la voz más fuerte” o a lo que opina la mayoría, y reconoce con la misma importancia la voz de “las minorías”.  

Estamos acostumbradas a trabajar en silos, la colaboración real no es fácil, y se debe cultivar y facilitar. Se trata de tomar decisiones integrales, coherentes y humanas, basadas en el conocimiento colectivo de la organización y entendiendo nuestras organizaciones como los sistemas vivos que son.   

 

APRENDER A APRENDER

Debemos desarrollar una cultura de autoaprendizaje, es decir, diseñar nuestra propia estrategia dentro de la organización para aprender y desaprender. Esta estrategia debe ir acompañada por espacios multidisciplinares de aprendizaje continuo en los que se puedan explorar patrones, tendencias emergentes, retos, buenas prácticas, errores y nuevas perspectivas. 

Las organizaciones que crean  estos espacios colaborativos incentivan el proceso cíclico de experimentación, aprendizaje e iteración y  aumentan la seguridad psicológica de las personas. Esta seguridad es importante para que no exista el miedo a proponer nuevas formas de hacer, o nuevas ideas y proyectos; y también para reconocer que todas cometemos errores y que son oportunidades para aprender. También, generan resiliencia en una organización, ayudando a las personas a entender cómo adaptarse y a responder a la complejidad de nuevos contextos. 

Durante Frena la Curva, varios actores se han reunido para pensar en cómo mantener activa la colaboración que ha surgido para responder a la crisis sanitaria, y una de las ha propuesto es abrir espacios de aprendizaje transversales, comunidades de práctica en remoto para mantener el Colaboratorio y empezar a compartir el conocimiento que está distribuido entre todos los actores y laboratorios.  En Coboi lab, hemos empezado a generar estos espacios, estos son dos ejemplos: (1) durante el confinamiento hacemos “vermuts” semanales en los que conversamos de temas propuestos por la comunidad y (2)  hemos empezado el “café virtual” para compartir conocimiento entre departamentos del Ayuntamiento de Sant Boi, en el que una experta hace la introducción a un tema relevante que sigue con una conversación sobre el tema.  

 

PENSAMIENTO SISTÉMICO

Esta es una habilidad necesaria para entender nuestro contexto. La perspectiva sistémica permite identificar barreras, entender sinergias entre actores, comportamientos e investigar las causas de los retos a los que nos enfrentamos con más detalle para diseñar soluciones integrales y sostenibles. 

La desarrollamos comprendiendo la interconexión e interdependencia de las partes de un sistema. Requiere el cambio de visión, de una perspectiva reduccionista y lineal a una visión holística y circular. Esta visión reconoce los patrones y las conexiones entre diferentes partes (actores, sectores, departamentos, personas, etc), entiende la causalidad de las relaciones entre ellas y ayuda encontrar posibles sinergias (interés en común) para generar intervenciones con consecuencias positivas en el sistema.  

En este momento de crisis y disrupción estamos tomando acciones diferentes, creando nuevas prácticas y solucionando problemas de formas que no habíamos experimentado antes. Estamos creando nuevas prácticas, la urgencia ha  Está surgiendo un nuevo estilo de liderazgo, la creatividad, la autenticidad y agilidad son clave para generar resiliencia y autonomía, estas son habilidades de que desarrollaremos más en el próximo post. 

 

Entrado vinculado proyecto “Futuro del trabajo”. Redactado por Marcela Arreaga.